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No quisiera ilusionarme otra vez, pero creo que podríamos ser felices juntos.
No hay nada más yo en este mundo
que lo que escribo.
Y soy tan triste.

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Creo firmemente que, de ser posible, el día que me vaya será porque lo decido. Porque la enfermiza idea estuvo siempre conmigo, por un último drama, por egoísmo, para ser, por última vez, dueña de mi destino.
Mente estúpida la mía que se pone a pensar en esas cosas.

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Creo que encontré finalmente una expresión matemática que define mi relación con el resto de la gente (!)

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There are several things I haven't told you,
Things I don't want you to know.
But those things are what I really am.
Estar vacía antes que estar sola,
O estar sola antes que estar vacía.
Está para pensarlo.

XXI. XI

Catarsis.
Una sensación de opresión en le pecho que me quita el aire y que lastima cada parte de mi cuerpo.
Que me desespera tanto que desearía no estar despierta.

Catarsis
Arden mis párpados y siento que necesito llorar,
O gritar muy fuerte,
O abrazarte.

Catarsis
Duele la puta melancolía.
Arden recuerdos marcados con fuego en mi memoria y las cicatrices en mi cuerpo.
Duele mucho haber perdido tanto
Duele mucho ser consciente, duele mucho ser culpable.
Cargar el peso de tus actos para siempre.
Soy cobarde, soy despiadada
Pero no ignorante.
Y cuánto me gustaría ignorar.

Abrazarme y decime que me perdonas,
Salvame de la Catarsis.

Me cuesta escribir sobre la felicidad porque es realmente indescriptible.
Porque cuando escribo sobre la tristeza lo hago para sacármelo de encima, para liberarme. 
A la felicidad prefiero mantenerla conmigo, guardármela el mayor tiempo posible. 

La indiferencia es sentir.
Esquivarte por que me torturas
por que me dejaste atada a tus lamentos.
Despedirme porque me canse de tus pocas ganas de vivir.

Por que no puedo simplemente sonreír?
Porque tiene que existir un trasfondo psicológico que convierte esa felicidad en una mentira?
Una fachada.

Probablemente elimine esto así que por el momento no lo titulo.

El cambio, pasar de un estado a otro, te enseña la cantidad de formas de pensar, de actuar, y de vivir que existen. Vivir en la melancolía, en la ignorancia, vivir para morir, vivir por los demás, por el futuro, por el presente, y otras formas que todavía he descubierto. Cuando experimentamos un cambio, todo lo experimentado anteriormente pasa a un plano completamente distinto, y uno comienza a cuestionarse. A adaptarse con una nueva ideología, unas nuevas costumbres, creencias. Empezamos a notar cómo todos vivimos de una forma tan distinta una vida tan "similar". 


Claro que esta nueva percepción durará hasta que uno se acostumbre al nuevo estado, y finalmente habrá olvidado su anterior vida, y su existencia será única; lo anterior, sólo malos recuerdos. Sólo una transición sin sentido. 


Pero no lo es. Cada forma de vivir me ha enseñado algo, y me ha llevado a otros lugares. Cada proceso ha sido vida, y no ha sido malgastada. Incluso cada vez que nos acercamos a la muerte, nos acercamos un poco más a la vida. 

La nueva etapa eventualmente nos podrá resultar insatisfactoria, provocando una crisis, el famoso vacío existencial o una simple disconformidad hacia nosabemosqué. Llegará, de una forma u otra, una nueva forma de vida, y aquella que del cual en este momento sos partícipe, será un mero recuerdo que te acechará los domingos.

Este cambio se repetirá, como un ciclo, como las estaciones, hasta que encuentres tu favorita, la adecuada. De esta forma, en algún momento tu existencia acabará con tu forma de vida, y te habrás ido en paz. Bueno, no, no es tan así.
También podrás haber escogido de manera errónea. Todo se dará vuelta, se perderá el equilibrio, y tu forma de vida terminará con tu existencia.

Mientras sigamos respirando, mientras sigamos sintiendo, estamos existiendo. Y nuestra elección es la que determina nuestro pasado, la que construye nuestro presente, y la que escribe nuestro final.

El amor es la debilidad de los sabios


Miró fugazmente de reojo a aquellas personas.  Nadie pareció notarlo pero era para mi tan significativo. Fue un segundo, un instante en el que percibí su enojo. Oh, tanto tenía yo que conocerlo y admirarlo, tanto que en un acto involuntario me contaba que sucedía, e incluso concebía lo que iba a suceder en unos minutos. Su piel curtida era insignificante, desencajaba a su vez de su mirada. Él era, un niño más, desconcertado por su peor enemigo.

El amor es la debilidad de los sabios, había dicho un tiempo atrás, el adversario de sus ideas, su filosofía, sus ideologías. El amor es tan terrible que podría llegar a destruir cualquiera de sus teorías.

Era una autoridad nata, y todos los alumnos lo miraban atónitos, y murmuraban por lo bajo,  pero tan admirable era, que no se atrevieron a discutir. Como previamente explique, mi habitual hábito de analizar sus gestos me había convertido en una experta en el arte de traducir los pensamientos del Profesor en vulgares palabras y había notado una curiosa expresión en sus ojos al decirlo. Parecía asustado, y quizás nervioso.

Y ese día frente a ese grupo de adultos prematuros, su más terrible temor se había hecho realidad. Su enojo no era realmente hacia mí, sino hacia el mismo. Se había traicionado. Había sido advertido repetidas veces por su inconsciente y decidió no escucharlo. Pero su piel curtida y sus años eran insignificantes ante este este animal que enfrentaba, esa otra personalidad que llevaba oculta tanto tiempo que ansiaba atacar a quienes lo rodeaban, para defender a aquello que le pertenecía. Se convertía en animal (ya no racional) y lo mataba.
Habló unos minutos más con sus alumnos, se disculpó, se levanto de su asiento y se acercó hacia mí. Vaciló unos segundos antes de hablar, escondiendo sus sudorosas y atolondradas manos en los bolsillos de pantalón e intentando  disimular  ante los universitarios, directores, autoridades, académicos, familiares y colegas lo que realmente estaba sucediendo.

Muchas veces me pregunté si yo sería acaso la única que había estudiado tan bien al Profesor, porque parecía estar gritando lo que realmente nunca se animó a admitir.

Me miró acusadoramente, como culpándome (y era, en parte, mi culpa) y me dijo: Buenas noches.
Y partió sin más, cerrando suavemente la puerta para que nadie se percatara de su ausencia hasta un tiempo después de haberse ido. Luego llegaría a su casa y se serviría un whisky on the rocks, luego dos o tres vasos más, yo tocaría su perta y caeríamos rendidos a ese dulce castigo al que nos habíamos atado. Yo sería enteramente suya y el sería enteramente mío, y teniéndome a su alcance su animal interno calmaba sus ansias y se entregaba sin defenderse al enemigo. 



A I

A veces aprendo, percibo.
Quizás muchas más veces olvido.

Mi energía es siempre la misma
traducida en lagrimas cuando me falta inspiración
traducida en arte cuando me das amor
pero mi energía, es siempre la misma.

This too shall pass

Cerraba los ojos, y me repetía casi compulsivamente
this too shall pass
this too shall pass
this too, shall pass
Con mi mano derecha me clavaba las uñas en el brazo izquierdo y repetía
this too, shall pass
Y mantenía un control. Ha pagado caro mi brazo izquierdo, pero sin esa forma extraña que tengo de controlarme quizás hubiera llorado por horas. Y por no querer llorar, comencé a escribir. Por lo tanto, sí, me chupa tres huevos que mi forma de controlarme no sea normal, y que no querer llorar quizás no esté bien, pero así aprendí a traducir mis estúpidos problemas existenciales (o no) en algo más productivo. 


this too, shall pass
y me urgía una necesidad de correr lejos de esos extraños que me rodeaban, pero no podía.
-Camila, Camila, escuchame: this too shall pass.
Hablaba más conmigo misma que con... Bueno, prácticamente hablaba solo conmigo misma. Y me repetía esas palabras, pero se me cruzaba la muerte entre cada pensamiento, y sabía que no iba a pasar. Y si por un segundo había creído esa afirmación, volvía a enfrentarme a todos esos pensamientos. Entonces lo escribía
this too shall pass
-Camila, pensá en otra cosa.
Juro que me ahogaba, y por ende me mareaba, me asustaba más, y otra vez quería correr, o golpear mi cabeza contra el piso hasta desmayarme, quería escapar...
¿De los extraños? ¿De la rutina? ¿De los problemas?
No, de la muerte.


Por última vez me repetí
this too, shall pass
Y entendí que realmenteiba a pasar algún día, que la muerte me recibiría y todo iba a pasar, y se terminarían los problemas existenciales, porque dejaría de existir.

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Fui a una sesión de terapia y decidí que no lo necesitaba, aunque si, probablemente lo necesitaba en su momento. Pero en este momento escribí espontáneamente esto (después de horas mirando la pantalla sin saber que escribir) y acabo de entender muchas cosas. 

Fact

No quiero vivir sabiendo que algún día me voy a morir, porque no quiero morir sin haber vivido lo suficiente.

Anor Bereth

Era bien sabido en el pueblo que el sol no saldría a menos que los pueblerinos no lo esperaran. Entonces, pretendían que no existía y todo seguía su curso. Las cosechas crecían normalmente, las tardes eran cálidas, y los habitantes sonreían bajo los efectos de la eterna primavera.
Pero un particular hombre, de esos desequilibrados que suelen cuestionarse, que no les es suficiente siendo felices, se preguntó si realmente el sol no saldría la mañana siguiente si él lo esperaba.
Estuvo toda la noche dándole vueltas al asunto, pensando distintas teorías algunas un tanto disparatadas, otras no. No logró conciliar el sueño y alrededor de las cuatro de la mañana partió hacia un lago en las afueras del pueblo. Todavía estaba oscuro cuando llegó, pero era cuestión de esperar unos minutos a que saliera el sol e iluminara el pueblo, y no solo el pueblo sino también las mentes de los habitantes, y sus almas. Y les diera vida y felicidad; o quizás se puede hablar de ambos como una misma cosa. Se sentó en unas rocas que bordeaban al lago y esperó.
Los minutos pasaban y al hombre comenzaba a invadirle una sensación de vacío, ansiedad, angustia. Que el sol no saliera significaría que el se había equivocado, que no era de esos locos terminan teniendo razón, sino simplemente un loco. Y todo ahora parecía más oscuro aún, y no parecía que amaneciera sino lo contrario. Los minutos seguían pasando y el cielo era azul claro, pero no estaba despejado, y tampoco lo estaba su mente. Los minutos seguía pasando y el cielo era azul oscuro, y también lo era su ánimo. Los minutos seguían pasando y el cielo era negro, y así sentía su alma.
Su orgullo lo había encadenado a las rocas, no lo dejaba irse. Quería tener razón, quería que el sol saliera solo para él como única excepción y lo liberara y lo llenara también de vida, pero esta vez quería ser el único, y quería ser consciente de ello.
Por que no se mostraba si lo esperabas? Por que no estaba si lo pedías? Por que daba vida a menos que la necesitaras con todo tu ser?
Pasaron días y días, y el hombre se desencadenó, pero había dejado en aquel lugar su espíritu. No quería caminar pero caminaba. Esperaba el sol, pero no saldría.
Llegó al pueblo y las cosechas se habían perdido, se respiraba un aire de soledad, de desdicha. Se vivía en un ambiente lluvioso, o de llanto. Quien sabe.
El hombre sabía que ya no tenía nada que hacer allí, y si algo le quedaba, los pueblerinos estaban ya muy enojados como para permitir que se quedara. Y que hacer cuando sos consciente de que te genera vida, y lo perdés? Cuando sos meramente un organismo? A él solo se le ocurrió volver al lago. Se desnudó y se sumergió de a poco, el agua era tan fría que le quemaba. Era tan fría que no lo dejaba pensar en nada más que la muerte misma, siguió adentrándose hasta que el agua le llegó hasta el cuello. Sabía que sería su última bocanada de aire, que sería el ultimo paso que daría antes de morir. No existía nada más que la muerte delante de sus ojos.
Y algo lo cegó, una luz que lo llenaba, que corría por sus venas y lo llenaba de una adrenalina que lo hacía sentir vivo. El sol actuaba esta vez como nunca antes, y el se llenaba de esa energía y así se sentía que ambos se hacían uno. Y su cuerpo seguía sumerguiéndose bajo el agua congelada, cada vez más y más frío y rígido.
Pero su espíritu ya estaba junto al sol, y aún muerto se sentía más vivo que nunca.
Todo es siempre un gran desastre

mi desastre.


El final de algo es siempre
el principio
de tantas cosas,
que busco terminar para volver a
empezar.

I


En los sueños aparecía, escondida, intentando no llamar la atención. Yo despertaba por la mañana y luego de un té salía a caminar. Todavía azul la mañana, tan azul que me distraía. Tan azul que hasta creía seguir soñando.
El día no había comenzado aún.
La divisaba ya a una cuadra, esperé infinitas veces que se diera vuelta y me buscara con la mirada, nunca lo hizo. La mañana contrastaba con el rojo y era como apagar el fuego con agua.
Moría por besarla, y si podía hacerlo, moría por tenerla, y si la tenía, finalmente la perdía. Y desaparecía de mis recurrentes paseos matinales.
El día había terminado.

Y todo era tan azul sin vos que me ahogaba, me cortaba la respiración y volvían los llenovacios.

CMNitrogenChlorineUraniumFuckthisshit

Es posible que durante todos estos años haya confundido la angustia con una (aparentemente) incesante insatisfacción?
Cuando tengo lo que quiero dejo de necesitarlo e inmediatamente aparece una nueva necesidad, incoherente, inalcanzable, imposible. Por eso es una necesidad.
¿imposible?
Puedo llegar a tener lo que quiero, pero eso no me basta y necesito más, u otra cosa. Y luego de llegar a ese objetivo que creí inalcanzable, nace de mi la insatisfacción, o la angustia de la insatisfacción. Temo que sea para siempre. Que nada me llene, jamás.
Jesús nunca tuvo un orgasmo, que no me vengan a hablar de felicidad.
En las tardes azules, acostada en su cama, la recuerda contando manchitas amarillas en su ventana.
You keep your pride
While I die inside
Everyday
No I can't lie anymore
Won't pretend
I've done all I can

Cliff

Solía sentarme al borde del precipicio sólo para sentir esa sensación en el pecho, una mezcla de adrenalina y energía bastante semejante a la felicidad. Miraba hacia el infinito y el vértigo me hacía sentir viva. Me hacía sentir. Lo hacía de vez en cuando, y el resto de los días yo era una más de esa clase de personas que existen sin existir realmente. Que te miran sin ver, que lloran sin razón, o mejor dicho, que no se conocen lo suficiente como para saber el por qué de su desdicha.
Creía estar condenada a realizar esa clase de experiencias. Lo creí.
Pero de un minuto a otro fui feliz, y no era nada parecido a ese vértigo. Era único. En un abrir y cerrar de ojos nada era imposible, y me encontraba en un estado nuevo, desconocido.

No duró mucho. No soy esa clase de personas que nacieron para ser felices.
Nací para ser esclavizada por mi propia mente que me encadena al precipicio, donde puedo estar sola. Donde puedo llorar sin razón, pensar en aquello que no me sirve, en lo que no debería saber, en lo que no me hace bien. Donde puedo perderme por un rato, mirar hacia abajo y volver a sentirme viva.
Quizás no era tu alma, quizás era la mía.
Estuve tanto tiempo culpándote mientras destruía lo poco que teníamos. Y nunca quise hacerlo realmente, creo que lo podías descubrir en mi mirada. Lloraba cada vez que algo bueno pasaba porque ya sabia que lo iba a arruinar. Porque así soy, porque si no tengo un problema, lo invento.
(Así, sonriendo todo el tiempo. Una abuela, un gato, una enfermedad, un huracán, unos cuantos cortes y un amor después, sigo sonriendo de tristeza)
A veces me encantaría volver el tiempo atrás, muy atrás. Solo para advertirme que mi alma es tan frágil como la de los demás.

Just wondering...

Qué es lo que nos hace capaces de afrontar los problemas, los "obstáculos que se interponen" o como mierda quieran llamarlo?

Es el pasado que te prepara o te curte?

O es la necesidad de llegar a ese futuro que estuviste deseando?

Cómo es posible que pueda afrontar una muerte como si fuera una simple despedida? Eso me hace insensible?
Cómo es posible mi peor miedo sea morir y, sin embargo, sea también mi mayor debilidad?

Debería ir a un psicólogo? Sería capaz de responder mis preguntas?