Followers

La indiferencia es sentir.
Esquivarte por que me torturas
por que me dejaste atada a tus lamentos.
Despedirme porque me canse de tus pocas ganas de vivir.

Por que no puedo simplemente sonreír?
Porque tiene que existir un trasfondo psicológico que convierte esa felicidad en una mentira?
Una fachada.

Probablemente elimine esto así que por el momento no lo titulo.

El cambio, pasar de un estado a otro, te enseña la cantidad de formas de pensar, de actuar, y de vivir que existen. Vivir en la melancolía, en la ignorancia, vivir para morir, vivir por los demás, por el futuro, por el presente, y otras formas que todavía he descubierto. Cuando experimentamos un cambio, todo lo experimentado anteriormente pasa a un plano completamente distinto, y uno comienza a cuestionarse. A adaptarse con una nueva ideología, unas nuevas costumbres, creencias. Empezamos a notar cómo todos vivimos de una forma tan distinta una vida tan "similar". 


Claro que esta nueva percepción durará hasta que uno se acostumbre al nuevo estado, y finalmente habrá olvidado su anterior vida, y su existencia será única; lo anterior, sólo malos recuerdos. Sólo una transición sin sentido. 


Pero no lo es. Cada forma de vivir me ha enseñado algo, y me ha llevado a otros lugares. Cada proceso ha sido vida, y no ha sido malgastada. Incluso cada vez que nos acercamos a la muerte, nos acercamos un poco más a la vida. 

La nueva etapa eventualmente nos podrá resultar insatisfactoria, provocando una crisis, el famoso vacío existencial o una simple disconformidad hacia nosabemosqué. Llegará, de una forma u otra, una nueva forma de vida, y aquella que del cual en este momento sos partícipe, será un mero recuerdo que te acechará los domingos.

Este cambio se repetirá, como un ciclo, como las estaciones, hasta que encuentres tu favorita, la adecuada. De esta forma, en algún momento tu existencia acabará con tu forma de vida, y te habrás ido en paz. Bueno, no, no es tan así.
También podrás haber escogido de manera errónea. Todo se dará vuelta, se perderá el equilibrio, y tu forma de vida terminará con tu existencia.

Mientras sigamos respirando, mientras sigamos sintiendo, estamos existiendo. Y nuestra elección es la que determina nuestro pasado, la que construye nuestro presente, y la que escribe nuestro final.