Hoy no escapo de tu recuerdo.
Me dibujé en azul, azul oscuro.
Me dibujé con tus lápices,
y que mal me veo.
Hoy no puedo ni hablarle al reflejo.
No me atrevo a mirar esta imagen cambiada.
Los ojos de sauce,
los labios que sangran,
palabras que se parten a la mitad.
Hoy, más que nunca,
sueño con no despertar.